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En alianza con Gendarmería se inaugura plan de fomento lector en recintos penitenciarios

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Desarrollar un trabajo integral de mediación de la lectura y alfabetización digital al interior de centros penales es lo que busca esta iniciativa, que además permitirá crear laboratorios de BiblioRedes y fortalecer bibliotecas.

Viernes 13 de noviembre de 2015

En el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Colina I, se dio inicio a la implementación del Plan de Fomento Lector en Recintos Penitenciario, iniciativa busca desarrollar un trabajo integral de mediación de la lectura y alfabetización digital al interior de centros penales, además de permitir la creación de laboratorios de BiblioRedes y fortalecer bibliotecas.

La ceremonia representa la primera de 15 acciones al interior de centros penales de 10 regiones de Chile, complementando con ello la red de laboratorios de computación de BiblioRedes, que se vienen instalando desde 2004.

La iniciativa fue financiada con un proyecto de Acciones Culturales Complementarias de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), con un monto inicial de $135.744.000. Los gastos totales que ha involucrado el proyecto cárceles desde el 2012 hasta ahora ascienden a $494.371.820.

Ángel Cabeza, director de la Dibam, indicó que «las acciones y aportes que se llevarán a cabo al interior de los establecimientos penitenciarios de todo Chile dependientes de Gendarmería, comprenden la implementación de puntos de préstamo de libros y agentes de mediación lectora, que representan la base material de un plan de fomento lector. Asimismo, se espera implementar laboratorios de computación de BiblioRedes, con la respectiva habilitación de mobiliario, colecciones bibliográficas, equipamiento informático y electrónico».

Tulio Arce, director de Gendarmería, por su parte señaló que «la educación es una de la principales herramientas para la reinserción y por lo tanto una prioridad en el quehacer penitenciario. Este programa viene a reforzar esta línea de trabajo, se trata de aportes que complementarán de muy buena forma la labor con relación a la rehabilitación de nuestra población penal, fomentar el hábito de leer contribuye además a mejorar los climas al interior de los recintos penales».

«Esperamos continuar en esta senda de colaboración entre instituciones como es el caso de hoy entre la Dibam y Gendarmería. La reinserción es una tarea en la que todo el país y por cierto toda las entidades del Estado deben involucrase», puntualizó Arce.

Actualmente, en las salas de computación de BiblioRedes, los alumnos al interior de los centros penales, ya están trabajando en la elaboración de currículos; están siendo capacitados en la realización de trámites y postulación a trabajos en línea; asimismo, están aprendiendo a administrar su cuenta de correo electrónico e incluso se están instruyendo en manualidades u oficios mediante video tutoriales de youtube.

Además, la Coordinación de Infraestructura del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, en una primera instancia realizó el levantamiento planimétrico del total de los recintos, y posteriormente se generaron propuestas de intervención, que iban desde el reordenamiento del mobiliario existente, hasta el diseño y elección de un nuevo equipamiento.

Cabe destacar que, si bien hace tiempo existen bibliotecas en cárceles, la mayoría están vinculadas a las escuelas de educación de adultos que funcionan al interior y se alimentan con donaciones de diversas procedencias. Y aunque algunas bibliotecas están en convenio con Dibam, éstas no tenían una colección pensada en las características del usuario que vive al interior.

Sin embargo, durante este proyecto, que se realiza en el marco del Plan Nacional de la Lectura 2015-2020, el tema de la selección de textos se ha tratado cuidadosamente. «Las novedades son la mediación a la lectura como acción permanente y la colección bibliográfica, que por primera vez se elige según el perfil de los internos», puntualizó Miguel Rivera, encargado del Programa de Centros Penitenciarios, de Dibam.

Algunas proyecciones

El plan de intervención del proyecto de fomento lector en cárceles busca llegar a más de 70 cárceles en un plazo de 5 años, beneficiando a más del 85% de las personas privadas de libertad en todo Chile.

Actualmente hay 60 laboratorios de computación funcionando y a fines de septiembre ya serán 65. En cuanto a las bibliotecas, este año se instalarán 15 en 10 regiones del país. Entre las que se cuentan: Colina I, Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, Tocopilla, Arica, Ancud, Angol, Santa Cruz y Punta Arenas.

El trabajo de fomento lector tiene una doble función: formativa y recreativa. Es por ello que se realizarán talleres de lecto-escritura, cajas viajeras que lleven los libros al interior de cada módulo o patio, así como el apoyo a otros eventos culturales.

En el caso de BiblioRedes, además de la capacitación habitual en centros penales, se realizará paralelamente el hito de capacitar a 100 personas (ex-reos) del Departamento Postpenitenciario, en donde el trabajo de reinserción es tanto o más intenso que al interior.

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