Disponibles ponencias Seminario internacional ¿Qué leer? ¿Cómo leer?
Desde hoy están disponibles las tres ponencias de expositores de mesa “Recuerdos de lectura en la infancia”, del seminario internacional ¿Qué leer? ¿Cómo leer? Perspectivas sobre la lectura en la infanciaque se llevó a cabo el pasado 6 y 7 de diciembre en la biblioteca Nicanor Parra de UDP.
Jueves 3 de enero de 2013
El Plan Nacional de Fomento de la Lectura, desde el Ministerio de Educación, las facultades de Educación, y de Comunicación y Letras de la Universidad DiegoPortales y la editorial Fondo de Cultura Económica organizaron el seminario internacional ¿Qué leer? ¿Cómo leer? Perspectivas sobre la lectura en la infancia que se llevó a cabo el pasado 6 y 7 de diciembre en la biblioteca Nicanor Parra de UDP.
En el contexto de este seminario se llevó cabo la mesa Qué significa amar la lectura. Recuerdos de infancia convocó a tres reconocidos escritores a compartir de qué manera se iniciaron en el mundo de los libros.
Ante un público seducido por la agudeza y el sentido del humor de los ponentes relataron sus memorias Francisco Hinojosa (poeta, narrador y editor mexicano, especializado en literatura infantil y juvenil); Esteban Cabezas (periodista, crítico gastronómico y de vinos, y autor de libros para niños/as y adolescentes); y Rafael Gumucio (escritor, periodista y director del Instituto de Estudios Humorísticos dela Universidad DiegoPortales).
Esteban Cabezas contó su trayectoria de lector “freak, fanático y nerd”. De este modo, fue en contra de la propuesta de Harold Bloom y su canon occidental lleno de libros sublimes, y defendió un espacio intermedio entre la alta cultura y la cultura popular, espacio habitado, por ejemplo, por cómics o textos de ciencia ficción.
Reafirmando esta idea, Francisco Hinojosa, quien vivía en un mundo no especialmente propicio a la lectura, recordó cómo se introdujo en el mundo de los libros a través de los cómics. De hecho, no leyó sino cómics hasta los 12 años, cuando cayó entre sus manos un ejemplar de Crimen y castigo. Entonces siguió leyendo, cada vez más ávidamente, hasta despertarse en el deseo de convertirse en escritor.
Al contrario de Hinojosa, Gumucio creció en un mundo saturado de libros, pero a él las historias infantiles no le despertaron entusiasmo alguno. Prefería el cine. Hasta que pudo leer libros para adultos y descubrió la sensación de secreto que produce la literatura, de que el autor le habla a él y sólo a él, abriendo mundos, y estimulando un tipo de imaginación a la cual el tilda de “religiosa”, trascendente, unida a la historia.
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