El verano: un tiempo para fomentar la lectura en niños y niñas

Acá encontratrás diferentes recomendaciones para incentivar la lectura durante las vacaciones.

Lunes 21 de enero de 2013

• Aunque es importante que la lectura sea una práctica cotidiana para los niños y niñas, el verano y las vacaciones ofrecen la oportunidad de llevar a cabo esta actividad en familia y entenderla como una actividad más vinculada al disfrute y al placer que a las obligaciones y a los deberes.

• Fomentar la lectura por placer es fundamental para formar buenos lectores.

• La lectura ofrece espacios de intimidad, reflexión y esparcimiento, pero también la posibilidad de compartir experiencias, emociones y opiniones. Muestre interés preguntando y comentando las lecturas que están realizando los distintos miembros de la familia durante los momentos de reunión familiar. Con ello estará expresando su valoración del tema.

• Al momento de leerle cuentos a los niños y niñas comente las imágenes o las actitudes y motivaciones de los personajes.

• Es importante elegir textos atractivos, tanto por sus temáticas como por sus ilustraciones. La lectura abre espacios de conversación sobre cualquier tema y lo importante es hacer una cuidadosa selección.

• Incentive a los niños y jóvenes a elegir sus propias lecturas respetando sus gustos y preferencias. Los niños necesitan oportunidades para encontrar por sí mismos los libros que satisfarán sus necesidades y se ajustarán a su madurez y personalidad. Hojear ofrece esa oportunidad.

• Los libros informativos son de gran interés para algunos lectores.

• Las bibliotecas públicas ofrecen actividades de fomento de la lectura y de recreación durante las vacaciones.

• Al momento de preparar las maletas, incorpore varios libros para asegurar disponibilidad y variedad para los niños y niñas.

• Invite a los niños y niñas a confeccionar y mantener diarios de vida durante sus vacaciones. Incentívelos a escribir en ellos sus experiencias y vivencias.

• De el ejemplo. El discurso de la importancia de la lectura pierde toda validez si los niños y niñas no observan a los adultos cercanos leyendo. Ver a un adulto significativo disfrutando una lectura les despertará al menos curiosidad por este placer.