Gracias a un trabajo entre migrantes e ilustradores del Biobío nace el libro «Mi historia de mundo»
La actividad de lanzamiento se realizó a través de plataformas digitales y contó con la presencia de escritores e ilustradores de la publicación, así como representantes de las instituciones involucradas en el proyecto.
Lunes 4 de octubre de 2021
Como una forma de visibilizar la diversidad cultural de las personas migrantes en la región del Biobío, se publicó el libro ilustrado Mi historia de mundo, fruto de un proyecto colaborativo entre Fundación Trabajo Para un Hermano y la Secretaría Regional Ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Plan Nacional de la Lectura.
Con un lanzamiento a través de plataformas digitales, en donde participaron los involucrados del proyecto, se dio término a una exitosa experiencia que contó con un Laboratorio de Escritura realizado los meses de abril y mayo de este año, en que 15 migrantes que residen en la región del Biobío pudieron explorar formas de narrar sus historias.
Luego, se invitó a 15 ilustradores locales a dar vida a estos relatos, lo que dio como resultado este libro de cuentos, que muestra las costumbres y tradiciones de otros países latinoamericanos; así como también las experiencias y las emociones que significan el trasladarse a una nación distinta. tres historias plasmadas en cuentos infantiles, de personas de Venezuela, Perú, Haití, Colombia y Ecuador, que por distintos motivos debieron emigrar de sus países de origen.
Ángela Jarpa, una de las artistas y quien dio vida al cuento Nuevamente en casa, de la haitiana Nathalie Saintilme, comentó cómo fue la experiencia de participar de este proyecto: «Conversé con Nathalie para saber cómo esperaba que fuera la ilustración. Me concentré en representarla a ella más que a otros personajes, porque creo que lo que ella vivó fue una desconexión de su realidad cuando cambió de país, al cambiar de idioma y conocer gente nueva, imaginé que todo era más abstracto. Quizá ella no va a parar acá, va a llevarse esa vivencia por el mundo y eso es lo bonito de ser migrante: conocer, descubrir y re- encantarse».
María Paula, de Ecuador, y quien escribió el cuento Colores de cordillera, comentó la alegría de verlos a todos, ya que en los Laboratorios de Escritura se generó un clima de conversación que logró pasar a ser parte de la rutina. «Creo que fue un desafío pensar en escribir un cuento infantil, en que lo leerán niños y niñas, y lograr conectar con las emociones y vivencias propias, hacerlo de una forma más universal, que llegara a otros migrantes. Al final nos dimos cuenta que es una misma historia de distintas formas y eso fue muy especial».
Mi historia de mundo tendrá será distribuido en las 41 bibliotecas públicas de la región del Biobío, y también podrá ser descargado en formato digital .