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21 de febrero: Día Internacional de la Lengua Materna

Desde el año 2016 en nuestro país se conmemora el Día Internacional de la Lengua Materna, una fecha proclamada por la Unesco con el fin de visibilizar y promover la diversidad lingüística y cultural.

Lunes 21 de febrero de 2022

El 8 de junio de 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) proclamó el 21 de febrero como el Día Internacional de la Lengua Materna, con el fin de visibilizar y promover la diversidad lingüística y cultural, invitando a todos los estados miembros a conmemorarlo.

En nuestro país, poco a poco se ha ido relevando esta fecha con distintos hitos centrados en visibilizar las lenguas maternas que coexisten en el territorio, con mayor énfasis desde 2017 en el marco de la Política de la Lectura y el Libro 2015-2020, en que diversos organismos públicos y privados se han unido con actividades e iniciativas.

Este año se marca el inicio del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas del Mundo, impulsado por la Organización de Naciones Unidas que busca crear una comunidad global para la preservación, revitalización y apoyo de las lenguas indígenas en todo el mundo. En nuestro país, del conjunto de lenguas originarias que se hablan, se encuentran en uso seis lenguas situadas en sectores diversos del territorio, cada una con distinta intensidad y cantidad de hablantes. Así, en el norte se encuentran la lengua aymara y el quechua, el rapa nui en la isla del mismo nombre, y en el sur podemos identificar hablantes de kawésqar,  mapuzugun y yágankuta, lengua del pueblo Yagán.

Las lenguas maternas corresponden al primer idioma que aprende una persona en con su familia y comunidad. Y si bien el término es más amplio, normalmente se le asocia con los idiomas originarios, que son a la vez una forma de acceder y reconocerse en una identidad, como parte de un colectivo.  Cada lengua es expresión de una cultura, es una forma de ver y pensar el mundo, una posición desde donde se observa y se avanza. Cada lengua es parte de una cultura y es un elemento vivo que define a un pueblo. Y como tal deben ser preservadas. Esa idea es la que subyace en la conmemoración de este día, que siempre implica un llamado hacerlas visibles con acciones, gestos y políticas que promuevan la inclusión.

En la declaración de la Unesco: «Las lenguas son vehículos de transmisión de los sistemas de valores y de las expresiones culturales, y constituyen un factor decisivo para la identidad de los pueblos y de las personas». Además, destaca la importancia de «la diversidad cultural y lingüística para las sociedades sostenibles», elemento clave que dan cuenta de la importancia de su preservación, pues en el mundo hay más de 1.500 lenguas que se encuentran en peligro de extinción y podrían desaparecer en los próximos, según un estudio realizado por la Universidad Nacional de Australia publicado en la revista Nature Ecology and Evolution.

En el mundo existen más de siete mil idiomas y lenguas, donde 420 son originarias de América Latina, las que se agrupan en familias lingüísticas. Y si bien hay muchas lenguas en extinción, aún existe una gran variedad a preservar. Brasil es quien tiene la mayor diversidad con 186, a las que le sigue México con 67, Colombia con 65, Perú y Venezuela con 37. Por su parte en Chile Las naciones que destacan como las con mayor variedad de idiomas indígenas son Brasil, donde existen 186, México con 67, Colombia con 65, Perú con y 37 en Venezuela. En Chile se calcula que existieron al menos 17.

En nuestro país el español es el idioma oficial consagrado en la Constitución, pero sabemos que en la práctica coexiste con otras lenguas, tanto originarias como las habladas por otras comunidades integradas por personas que han migrado a Chile. El español es entonces el idioma en que estudiamos en las escuelas y colegios, es la forma en que nos organizamos como país. En la actualidad, y dado el proceso constituyente que vive el país, se ha buscado revitalizar las lenguas originarias, especialmente desde la educación.  El año pasado, el Ministerio de Educación promulgó el Decreto nº 97 establece una asignatura para los establecimientos educacionales que busca implementar un diálogo entre niñas y niños de origen indígena y no indígena, estableciendo bases curriculares de la asignatura de lengua y cultura de pueblos originarios ancestrales para 1º a 6º enseñanza básica. Esto, sumado al temor de la uniformización lingüística definida por internet (con el inglés como base), han propiciado iniciativas donde las herramientas digitales pueden ayudar al aprendizaje del idioma y de la cultura.

Entre otros proyectos destacados que se realizan en nuestro país, los cortos realizados por  Epewma; un colectivo de artistas, creadores de historias sobre de pueblos originarios vinculando el idioma con la educación del medioambiente. Estos han sido transmitidos en un canal de televisión; La Red, dando cuenta no solo de la palabra y su hondo significado, sino también la vinculaban a su entorno y cultura. El año pasado, el mismo colectivo presentó Amucha (2019), inaugurando la temporada virtual del Anfiteatro del Museo de Bellas Artes con su historia protagonizada por marionetas que hablaban de como al morir, el alma es llevaba por cuatro ballenas llamadas Trempülkalwe hasta la isla mocha. Amucha es un proyecto financiado principalmente por el Fondo Audiovisual de 2018 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Kimeltuwe es un proyecto que conjuga las artes digitales y la educación, sumando los saberes ancestrales al formato de cultura pop con el fin de contribuir al aprendizaje y comprensión del mapuzungun. Victor Carilaf, Aldo Fiestoforo y Alina Manuncura son los creadores de este espacio que nace en el 2015 y que en la actualidad ha logrado un gran impacto con su trabajo en sus diversas redes sociales asociadas. A la fecha cuenta con más de 232.289 de seguidores en Facebook, 68.000 en Instagram, 13.400 en su canal de Youtube y 17.600 en twitter. El proyecto nace como una necesidad de visibilizar el idioma en las redes, con videos donde por ejemplo se enfatiza en la pronunciación, usando relatos que den cuenta de la cultura y una identidad. A esto han sumado además material impreso con actividades y un calendario de efemérides del pueblo mapuche que puede ser utilizado en escuelas. Incluso han generado emoticones y stickers para whatsApp, con tal de lograr llegar a los más jóvenes y ampliar los beneficiarios de Kimeltuwe.

La serie animada Pichintún es otro aporte al rescate de juegos, idioma y traiciones de pueblos indígenas. En ellas se rescatan las historias cotidianas de niñas y niños de unos 10 años, donde en distintos episodios se han contado relatos pertenecientes al pueblo rapanui, aymara, mapuche,  licanantay y pehuenche. Los capítulos pueden ser vistas en el CNTV Infantil, que cuenta con una programación audiovisual diaria para niños de carácter público y educativo en el país.

Es importante resaltar que, si bien las lenguas pueden desaparecer, también pueden ser rescatadas. Hace unos días murió a los 93 años Cristina Calderón, último hablante nativa del idioma yagán, quien fue reconocida como Tesoro Humano Vivo. Y si bien efectivamente ese fue su primer idioma, el idioma del pueblo yagan no se ha extinguido. En ese sentido, José Ancan, subdirector de Pueblos Originarios del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, señaló esta semana en una entrevista en la Radio Universidad de Chile que. «Ella no era la única ni la última del pueblo Yagán, pues hay pueblo yagan y hay juventud. Mientras exista la voluntad colectiva de revitalizar su lengua, incluso en situaciones extremas, cuando existe la voluntad las lenguas pueden revitalizarse y pueden volver a hablarse. Y esa es la energía que afortunadamente está presente en muchos sectores de los pueblos originarios en Chile y en otros lugares del mundo».

 

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