Niños de zonas más apartadas de la región disfrutaron del espectáculo teatral en sus jardines infantiles
Gracias a una alianza entre el Consejo Regional de Cultura y la Fundación Integra, cerca de 600 niños y sus familias de ocho establecimientos de educación parvularia de la región pudieron disfrutar de la puesta en escena.
Martes 4 de septiembre de 2012
Una travesía de colores, sonidos, paisajes y animales, en la que niños y niñas son invitados a descubrir, sentir y disfrutar, es la propuesta de la compañía de Teatro de Ocasión en coproducción con la compañía Española Teloncillo, a través de la obra “Una mañana partí”. De la mano de Ana, personaje principal de la obra, el montaje invita al espectador a un viaje hacia la naturaleza a través de la imaginación, involucrándose en el universo de la estimulación en la primera infancia e incorporando herramientas pedagógicas que refuerzan la experiencia y proponen una reflexión desde la práctica teatral.
La iniciativa fue posible gracias a una alianza entre el Consejo Regional de la Cultura y Las Artes y la Fundación Integra que durante el mes de agosto permitió llegar con la itinerancia teatral a cerca de 600 niños y sus familias en 8 jardines infantiles ubicados en zonas rurales o urbanas apartadas de la región en donde el acceso a iniciativas artísticas y culturales es limitado. Las comunas beneficiadas fueron Puchuncaví, Nogales, Catemu, Panquehue, Putaendo, Calle Larga, Petorca, y Cabildo.
La Directora Regional de Fundación Integra, Paola Álvarez, señaló que “la estimulación que reciben los niños y niñas durante sus primeros años de vida es fundamental para su desarrollo, por ello iniciativas como estas constituyen una tremenda oportunidad de aprendizaje y un complemento a los procesos educativos que vive cada niño en su jardín, pues incorporan experiencias que potencian la imaginación y la creatividad a partir de elementos cotidianos, sencillos, y capaces de originar un viaje mágico e ilimitado”.
Así, con una conjunción de elementos como telas, baldes, embudos y cuerdas, que apoyan el viaje de Ana y cobran vida mágicamente, además de música, sonidos y canciones en vivo, con instrumentos de percusión, guitarra y clarinete se logra cautivar a los niños y niñas e introducirlos en el mundo de los sentidos, la experimentación e imaginación.